Existen licores que tienen una gran trascendencia histórica y que su elaboración tan compleja da como resultado bebidas con aromas y sabores inigualables. Entre las bebidas espirituosas más resaltantes y prestigiosas encontramos el whisky, cuyo significado es “agua de la vida”.
Índice
¿Qué es el whisky?
Es una bebida alcohólica que se consigue a través del mecanismo de destilación y de fermentación de cereales, como pueden ser el trigo, el centeno, la cebada de malta o el maíz, por ejemplo.
Estos cereales se mezclan con un porcentaje de agua y levadura y una vez que se obtiene el licor se envejece en barricas de madera durante un tiempo variable, dependiendo del objetivo que se tenga en mente.
Tanto los ingredientes utilizados como el tiempo de añejamiento y la adición de algún otro licor son factores que influyen en el tipo de whisky obtenido y su calidad.
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¿Cómo elegir un buen whisky?
Debido a que existen múltiples marcas de whisky que comercializan sus productos en todo el mundo, optar por uno en específico puede resultar difícil. Para que logres elegir un whisky de calidad es necesario que establezcas un criterio de compra que te haga las cosas más sencillas y con el que puedas evaluar los aspectos claves para tomar una decisión acertada.
Materia prima
Para obtener el whisky se utilizan básicamente tres ingredientes, que son el agua, el cereal y la levadura.
Tanto la calidad del agua y su origen como el tipo de cereal o levadura utilizados van a influir en el producto final obtenido, su aroma, sabor y sobre todo en la calidad.
Las distintas destilerías suelen utilizar cebada, trigo, maíz, centeno o una mezcla de ellos para elaborar sus whiskys. El porcentaje que se utiliza de cada cereal es el que determina el tipo de bebida que se obtiene.
No obstante, la manera en cómo se trata para su fermentación, los procesos de destilación y las barricas en las que se envejece también definen un tipo de whisky y especialmente su calidad.
Por lo general, el whisky de mejor calidad y sabor es aquel elaborado con cebada malteada, en el que el cereal pasa por un proceso previo de germinación y se remoja en agua para luego secarse al horno con aire caliente o humo generado a partir de la turba.
Luego al grano germinado se le añade levadura para que la fermentación transforme el almidón en azúcares y los azúcares en alcohol.
Denominación de Origen
Cada país o región cuenta con sus propias normativas y criterios específicos para elaborar el whisky. La procedencia del licor y los procesos llevados a cabo para obtener el producto es lo que les da una Denominación de Origen (D.O.) que garantice su exclusividad y calidad.
Por ejemplo, para que un destilado sea llamado whisky escocés, obligatoriamente debe estar hecho en Escocia con los criterios rigurosos y concretos que los caracterizan. Otras D.O. que son garantía de calidad además del Escocés, es el whisky irlandés, que se diferencia del resto porque se destila hasta tres veces, y los estadounidenses, específicamente los de la región de Kentucky o Tennessee.
Cada uno utiliza porcentajes distintos de grano que pueden ser 100% de cebada de malta de una sola destilería o de varias, o incluso una mezcla de varios granos y whiskys a los que se les conoce como whisky blended.
Vale la pena acotar que la diferencia entre el whisky y whiskey también se debe a una Denominación de Origen. El primero es el reconocido como el escocés mientras que el segundo es la forma de llamarlo en regiones como Irlanda y Estados Unidos.
Edad
Otra característica relevante a la hora de escoger un buen whisky es su edad o tiempo de añejamiento en barricas. Por lo general, este licor permanece como mínimo 3 años envejeciéndose para obtener todas sus propiedades.
Sin embargo, su calidad y precio aumentan mientras más “edad” tenga la bebida. El whisky Johnnie Walker suele poner una etiqueta de un color específico a sus botellas en referencia a su tiempo de añejamiento y calidad.
Tanto el aroma, sabor y textura del whisky pueden volverse más complejos a medida que envejecen. La mayoría de los que se consideran de buena calidad tienen aproximadamente 8 años y se les conoce como los de etiqueta blanca (White Label). Luego le siguen los de 12 años, que contienen más proporción de granos de cebada malteados. Por último, encontramos los de 18 años o más denominados prémium por su exclusividad.
Las barricas de madera y granos empleados en los whiskys de mayor edad tienen características muy distintivas y tienen procesos de control y elaboración rigurosos que hacen que tomen matices, aromas y sabores únicos. Sin duda alguna, es un verdadero privilegio probar bebidas de este calibre.
¿Por qué comprar whisky?
Contar con una botella de un buen whisky en casa no es cualquier cosa. Este es un licor de gran prestigio que no solo puede representar el regalo ideal para los amantes de la bebida, sino que también es el acompañante perfecto en ocasiones particulares. Y es que está de más decir que comprar esta bebida es una inversión de la que no te arrepentirás.
Tiene sabores y aromas únicos
El whisky de calidad tiene un distintivo sabor fuerte y a la vez delicado con toques ahumados que recuerdan a la madera en la que fueron añejados. Sus aromas son complejos y probarlos es un deleite incluso para los paladares más finos. Algunos tienen toques de vainilla, miel, naranja, caramelo o frutos secos que pueden ser intensos, suaves, dulces o fuertes y variar en función de sus ingredientes y métodos de elaboración.
Hay muchas variedades
Es bien sabido que el whisky escocés de malta es uno de los mejores en todo el mundo.
Sin embargo, el whisky irlandés, americano, canadiense e incluso el whisky japonés elaboran sus propias versiones manteniendo el nombre de la bebida en alto.
Por otro lado, existen múltiples variedades de blended, que son whiskys mezclados que varían tanto el tipo de grano o cereal utilizado como las porciones de los estos, lo que da como resultado licores con sabores, texturas, fragancias y matices para todos los gustos. Además, sus métodos y períodos de maduración también dan origen a bebidas de distintas calidades.
Podría ser beneficioso para la salud
Hay quienes consideran al whisky como una bebida medicinal gracias a sus propiedades y atributos. Este licor tiene efectos anticoagulantes en la sangre que podrían ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y mejorar la circulación. Además, en las cantidades adecuadas puede relajarnos para calmar la ansiedad y pasar un rato ameno y agradable al degustarlo.
¿Qué whisky elegir?
Aquí puedes encontrar algunos de los whiskys más vendidos y destacados del momento.




Los diferentes tipos de whisky
Como te contamos anteriormente, el whisky puede clasificarse de acuerdo a su Denominación de Origen y elaborarse con uno o varios tipos de granos cuyos porcentajes definen el tipo de bebida que se obtiene. Estas son algunas de las variedades más conocidas y sus características más resaltantes.
Whisky de malta
Se considera uno de los de mejor calidad y muchos de los whiskys de Escocia e Irlanda son de este tipo. El whisky de malta es destilado en alambiques y se elabora exclusivamente con granos de cebada malteada.
Se divide en dos tipos, el “single malt”, que es un producto más homogéneo, ya que la cebada malteada proviene de única destilería, y el “vatted malt” o “pure malt”, que se obtiene de whiskys de malta de distintas destilerías.
Whisky de grano
Estos pueden ser elaborados con cereales como cebada, maíz o trigo, pero no llevan un proceso de malteado, por lo que su sabor es más ligero. Sus periodos de maduración en barrica son breves y no se envejecen por más de 3 años. También son llamados Grain whisky y Pot still whisky según su proceso de destilación y son frecuentemente utilizados para mezclarse con otros tipos de whisky.
Whisky blended
Este es el tipo de whisky más comercializado y consumido en todo el mundo.
Para su elaboración se utilizan varios tipos de grano y cebada en diferentes porcentajes, por lo que es el resultado de una mezcla que se combina de forma equilibrada para obtener su sabor.
Los blended de mejor calidad son aquellos de mayor edad y que contienen un mayor porcentaje de whisky de malta.
Whisky Ray
Este tipo de whisky, a pesar de ser originario de EE. UU., hoy en día se elabora con más frecuencia en Canadá. Su principal diferencia con el bourbon es que este utiliza más porcentaje de centeno que de maíz. Estos se destilan con concentraciones de alcohol por debajo del 80% y se envejece como mínimo por 3 años. Entre las marcas más populares se destaca el Bulleit Ray.
Whisky bourbon
El whisky bourbon es un blended originario de Kentucky y son aquellos en los que al menos un 51% del producto contiene una mezcla de granos de maíz.
Estos se maduran un mínimo de 2 años en barricas de roble americano y emplean el método Sour Mash para la fermentación.
El whisky de Tennessee también es un tipo de bourbon que lleva un proceso de filtrado utilizando carbón activo para proporcionarle un toque distintivo.
Whisky Corn
Esta es otra versión de los whiskys americanos, cuya mezcla contiene alrededor del 80% de granos de maíz. Es frecuentemente utilizado para elaborar blended y cuando está hecho con un 100% de maíz se le conoce como moonshine o luz de luna.
¿Cuánto cuesta un whisky de calidad?
El whisky tiene precios que varían en función de la marca, el tipo de grano utilizado para su elaboración, los porcentajes de los ingredientes en la mezcla y el tiempo de envejecimiento de la bebida. Whiskys barato, pero de buena calidad, con al menos 8 años de edad como el Dewar’s Escocés o el whisky Jameson de origen irlandés pueden tener costes cercanos a los 15 euros.
A partir de 12 años tienen costes que están por encima de los 20 euros. Por ejemplo, las botellas de whisky Chivas Regal 12 años tipo blended pueden adquirirse en Amazon en costes de aproximadamente 25 euros. Por su parte, un whisky americano tipo bourbon como el Jack Daniel’s de Tennessee tiene precios que rondan los 28 euros.
Un whisky más caro de 12 años como por ejemplo el whisky Macallan tiene costes cercanos a los 50 euros. Estos son del tipo Double Cask, por lo que su sabor es más fuerte, ya que la mezcla no ha sido diluida con agua. No obstante, algunos whiskys de 18 años con excelente relación calidad-precio como el Jhonny Walker cuestan alrededor de 60 euros.
En el caso de los whiskys 100% de malta de centeno añejados 25 años pueden alcanzar costes que superan fácilmente los 200 euros y las ediciones premium o delux de la mayor calidad y prestigio alcanzan costes cercanos a los 1000 euros.
¿Cómo servir o tomar el whisky?
Para disfrutar la esencia del whisky, lo ideal es beberlo seco o puro y pausadamente para distinguir mejor su sabor. No obstante, muchas personas prefieren acompañarlo con un par de cubos de hielo, a lo que popularmente se le conoce como whisky on the rocks o en las rocas. Algunos incluso suelen mezclarlo ligeramente con agua para diluirlo un poco más y apreciar mejor los perfiles organolépticos de la bebida.
Por otro lado, existen muchos cócteles que se preparan a base de whisky como por ejemplo el Manhattan, el Whisky Sour, Mint Julep, Old Fashioned y muchos otros que llevan zumos de algunas frutas como melocotón, limón o naranja. El café irlandés es otra mezcla muy popular a la que se le agrega café expreso, azúcar y whiskey. También hay quienes prefieren mezclar en whisky con un poco de soda, agua de coco o ginger ale.
Al igual que el vino, el whiskey conviene airearlo y darle vueltas para percibir mejor su aroma. Por ello, suele servirse en vasos relativamente anchos y rectos de poca altura. Incluso hay unas copas especiales en forma de tulipán que son perfectos para servir el whisky. Por lo general, se suele medir la cantidad de whiskey que se servirá en el vaso vertiendo hasta alcanzar el ancho de dedo cuando este se bebe puro o en las rocas.
¿Cómo conservar el whisky?
Al igual que muchos otros licores conviene mantener el whisky almacenado en lugares frescos y oscuros en los que no reciba luz solar directa.
De lo contrario, las propiedades de la bebida serán alteradas y cambiará su sabor, aroma y color. Lo ideal es conservarlo en lugares sin humedad y a temperaturas que se mantengan entre 15° y 20°.
En cuánto a la posición, la botella debe permanecer en vertical y debe estar bien sellada para evitar el contacto excesivo con el oxígeno. Una vez que la botella ha sido abierta, puede conservar sus propiedades por hasta más de un año si te aseguras de almacenarla de la forma correcta con los cuidados antes mencionados. Incluso existen recipientes de cristal o decantadores especiales que están pensados para almacenar y servir el whiskey.
Ultima actualización Mi-Robot-Cocina.es el 24 de avril del 2025